Intercesores de la Santísima Trinidad:
Somos un ministerio dedicado a la oración, principalmente por la iglesia y por los sacerdotes. En unión espiritual con Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, oramos a un nivel más profundo por las personas que se nos acercan, para que ellas a su vez puedan gustar y ver que bueno es el Señor. Esto redundará en la sanación espiritual de estas personas, la cual incluye sanación intergeneracional.
Estamos siempre a tu disposición. En presencia de la Santísima Trinidad te esperamos!.
Sabes la importancia de la Intercesión? Todos estamos llamados a colaborar unos con otros para la salvación de las almas. El Santo Padre Benedicto XVI nos hace un llamado para intensificar nuestra oración y convertirnos en intercesores, en su catequesis de Miercoles 18 de Mayo, 2011, recordándonos que Abraham fue nuestro primer ejemplo de Intercesor (puedes encontrar más detalles y más intercesores a lo largo de la Biblia en el Catecismo de nuestra Iglesia Católica, Capítulo 4). Parte de la catequesis del Santo Padre la encontrarás abajo (en audio y escrita). Igualmente el Papa nos habla de la Intercesión de Moisés quien apelo a la gran misericordia de Dios para salvar al pueblo de Israel en su catequesis del 1o de Junio: "Moisés, el intercesor, quiere que el pueblo de Israel pueda salvarse, porque es el rebaño que le ha sido confiado a él, pero también quiere que en aquella salvación se manifieste la verdadera realidad de Dios. Amor por los hermanos, y amor a Dios se compenetran en la oración de intercesión, son inseparables. Moisés, el intercesor, es el hombre que se desvive entre dos amores, que se superponen en la oración en un solo deseo de hacer el bien". Refiriéndose al momento en el cual el pueblo hace un becerro de oro para adorarle, el Santo Padre nos explica: "Ante esta infidelidad, Dios dice a Moisés que le deje destruir a ese pueblo terco y hacer de él un gran pueblo. Pero Moisés ha comprendido en el diálogo con Dios su misericordia y sabe ver con su corazón, por eso entiende que lo que Dios le pide en realidad es su intercesión. Hace caso omiso de la ‘tentadora’ propuesta y eleva una súplica a favor del pueblo rebelde, en ella no resalta ningún mérito del hombre ni tampoco intenta excusar su conducta, sino que basa todo el argumento en la honra de Dios: Dios no puede fracasar en su intento de salvar al hombre, debe permanecer fiel a su promesa. Así, Moisés asume la suerte de su pueblo y se hace portavoz de la gratuidad del don de Dios, que se hace patente con la restitución de unas nuevas tablas"
Sabes la importancia de la Intercesión? Todos estamos llamados a colaborar unos con otros para la salvación de las almas. El Santo Padre Benedicto XVI nos hace un llamado para intensificar nuestra oración y convertirnos en intercesores, en su catequesis de Miercoles 18 de Mayo, 2011, recordándonos que Abraham fue nuestro primer ejemplo de Intercesor (puedes encontrar más detalles y más intercesores a lo largo de la Biblia en el Catecismo de nuestra Iglesia Católica, Capítulo 4). Parte de la catequesis del Santo Padre la encontrarás abajo (en audio y escrita). Igualmente el Papa nos habla de la Intercesión de Moisés quien apelo a la gran misericordia de Dios para salvar al pueblo de Israel en su catequesis del 1o de Junio: "Moisés, el intercesor, quiere que el pueblo de Israel pueda salvarse, porque es el rebaño que le ha sido confiado a él, pero también quiere que en aquella salvación se manifieste la verdadera realidad de Dios. Amor por los hermanos, y amor a Dios se compenetran en la oración de intercesión, son inseparables. Moisés, el intercesor, es el hombre que se desvive entre dos amores, que se superponen en la oración en un solo deseo de hacer el bien". Refiriéndose al momento en el cual el pueblo hace un becerro de oro para adorarle, el Santo Padre nos explica: "Ante esta infidelidad, Dios dice a Moisés que le deje destruir a ese pueblo terco y hacer de él un gran pueblo. Pero Moisés ha comprendido en el diálogo con Dios su misericordia y sabe ver con su corazón, por eso entiende que lo que Dios le pide en realidad es su intercesión. Hace caso omiso de la ‘tentadora’ propuesta y eleva una súplica a favor del pueblo rebelde, en ella no resalta ningún mérito del hombre ni tampoco intenta excusar su conducta, sino que basa todo el argumento en la honra de Dios: Dios no puede fracasar en su intento de salvar al hombre, debe permanecer fiel a su promesa. Así, Moisés asume la suerte de su pueblo y se hace portavoz de la gratuidad del don de Dios, que se hace patente con la restitución de unas nuevas tablas"